miércoles, 17 de marzo de 2010



El regalo de cumpleaños



Sueño que un día mis hijos vivan en una nación en la que no sean juzgados por el color de la piel, sino por la esencia de su carácter. Martin Luther King.
Nota del escritor: Esta historia fue escrita en 1969.
Una semana después de que mi hijo comenzó primer grado, vino a casa con la noticia de que Roger, el único niño afroamericano d la clase, formaría parte de su equipo de juego. Tragué saliva estupefacta, y dije:
¡Qué bien! ¿Cuánto tiempo pasará hasta que alguien lo quiera para su equipo?
¡Oh no! Se va a quedar con nosotros para siempre! Repuso Bill.
A la segunda semana, recibí la noticia de que Bill le había preguntado a su maestra si Roger podía ser su compañero de banco. A menos que uno haya nacido y se haya criado en el sur de los Estados Unidos, como yo, es imposible entender lo que esto significaba. Luego de recibir la noticia, me dirigí a la escuela para hablar con la maestra de Bill.
Me recibió con una mirada llena de cinismo y resignación. Bueno supongo que usted también habrá venido para pedir que Roger no se siente con su hijo - me dijo - . Por favor, ¿podría aguardar unos minutos? Estoy esperando a otra madre.
En cuanto alcé la mirada, vi a una mujer que aparentaba mi edad. Se me paralizó el corazón al advertir que debía tratarse de la madre de Roger. A simple vista, podía verse el decoro y la corrección de aquella mujer; sin embargo, ninguna de estas dos cualidades fueron suficientes para mitigar su gran ansiedad, del todo evidente por el tono de su pregunta:
¿Cómo se encuentra Roger? Espero que no tenga ningún problema con sus compañeros. De no ser así, por favor no deje de hacérmelo saber. ¿Acaso mi hijo le causó algún inconveniente? Quiero decir, ¿Por qué tuvo que cambiarlo tantas veces?
Podría advertir la angustia que atormentaba a aquella mujer, ya que sabía cuál sería la respuesta de la maestra de su hijo. Sin embargo, me sentí muy orgullosa de la afable respuesta de aquella maestra de primer grado.
No, Roger no me ha causado ningún problema. Todos los años, durante las primeras semanas, acostumbro a cambiar de banco a los niños para que se conozcan mejor y puedan saber con quién se sienten más a gusto.
Luego de presentarme, le dije a la madre de Roger que Bill era el nuevo compañero de banco de su hijo, y que estaba deseosa de que nuestros chicos fueran buenos compañeros. Aún sabiendo que mi deseo no era del todo sincero, puede advertir que para ella mi actitud fue muy provechosa.
En dos oportunidades, Roger invitó a Bill a que fuera a jugar a su casa, pero yo traté de inventar una excusa en cada ocasión. Más tarde, ocurrió algo que seguirá angustiándome por el resto de mi vida.
El día de mi cumpleaños, Bill regresó a casa con un mugriento trozo de papel doblado en varias partes. Cuando desdoblé la hoja me encontré con un dibujo de tres flores y las palabras “Feliz cumpleaños”. Y, además, con una moneda de cinco centavos. Te la envía Roger, mamá – dijo Bill - . Era su dinero para comprarse la leche. Pero cuando le comenté que era tu cumpleaños, me lo dio para ti. Me dijo que eres su amiga porque tú fuiste la única madre que no se disgustó al enterase de que su hijo compartiría el banco con Roger.


Marvis Burton Ferguson


Tomado del libro: “Chocolate caliente para el alma que no se rinde”



Cuento


Había una vez una escuela en medio en las montañas. Los chicos que iban a aquel lugar a estudiar, llegaban a caballo, en burro, en mula y en patas.
Como suele suceder en estas escuelitas perdidas, el lugar tenía una sola maestra – una solita, que amasaba el pan, trabajaba una quintita, hacía la campana y también hacía la limpieza.
Me olvidaba: La maestra de aquella escuela se llamaba Virtudes Choique. Era una morocha más linda que el 25 de Mayo. Y me olvidaba de otra cosa: Virtudes Choique ordeñaba cuatro cabras, y encima era una maestra llena de inventos, cuentos y expediciones. (Como ven, hay maestras de maestras).
Esta del cuento, vivía en la escuela. Al final de la hilera de bancos, tenía un catre y una cocinita. Allí vivía, cantaba con la guitarra, y allí sabía golpear la caja y le bombo.
Y ahora viene la parte de los chicos: Los chicos no se perdían ni un solo día de clase. Principalmente, porque la señorita Virtudes tenía tiempo para ellos. Además, sabía hacer mimos, y de vez en cuando jugaba al fútbol con ellos.
En último lugar estaba le mate cocido de leche de cabra, que Virtudes servía cada mañana. La cuestión es que un día Apolinario Sosa volvió al rancho y dijo a sus padres: ¡Miren, miren…! ¡Miren lo que me ha puesto la maestra en el cuaderno!
El padre y la madre miraron, y vieron unas letras coloradas. Como no sabían leer, pidieron la hijo que les dijera – entonces Apolinario leyó: “Señores padres: les informo que su hijo Apolinario es el mejor alumno”. Los padres de Apolinario abrazaron al hijo, porque si la maestra había escrito aquello, ellos se sentían bendecidos por Dios.
Sin embargo, al día siguiente, otra chica llevó a su casa algo parecido. Esta chica se llamaba Juanita Chuspas, y voló con su mula al rancho para mostrar lo que había escrito la maestra: “Señores padres: les informo que su hija Juanita es la mejor alumna”.
Y acá no iba a terminar la cosa. Al otro día, Melchorcito Guare llegó a su rancho chillando como loco de alegría: ¡Mire mamita,…! ¡Mire Tata…! La maestra me ha puesto una felicitación de color colorado, acá. Vean: “Señores padres: les informo que su hijo Melchor es el mejor alumno”.
Así los cincuenta y seis alumnos de la escuela llevaron a sus ranchos una nota que aseguraba: “Su hijo es el mejor alumno”.
Y así hubiera quedado todo, si le hijo del boticario no hubiera llevado su felicitación. Porque, les cuento: El boticario Don Pantaleón Minoguye, apenas se enteró de que su hijo era el mejor alumno, dijo: Vamos a hacer una fiesta. ¡Mi hijo es el mejor de toda la región! Sí. Hay que hacer un asado con baile.
El hijo de Pantaleón Minoguye ha honrado a su padre, y por eso lo voy a celebrar como Dios manda. El boticario escribió una carta a la señorita Virtudes. La carta decía: “Mi estimadísima, distinguidísima y hermosísima maestra: El sábado que viene voy a dar un asado en honor a mi hijo. Usted es la primera invitada. Le pido que avise a los demás alumnos, para que vengan al asado con sus padres. Muchas gracias. Beso sus pies, Pantaleón Minoguye; boticario”.
Imagínese el revuelo que se armó. Ese día cada chico voló a su casa para avisar del convite. Y como sucede siempre en la gente sencilla, nadie faltó a la fiesta. Bien sabe le pobre cuanto valor tiene reunirse, festejar, reírse un rato, cantar, saludarse, brindar y comer un asadito de cordero.
Por eso, ese sábado bajó hasta la casa del boticario, que estaba de lo más adornada. Ya estaba el asador, la pava con el mate, varias fuentes con pastelillos, y tres mesas puestas una al lado de la otra.
En seguida se armó la fiesta. Mientras la señorita Virtudes Choique cantaba una baguala, el mate iba de mano en mano, y la carne del cordero se iba dorando.
Por fin Don Pantaleón, el boticario, dio unas palmadas y pidió silencio. Todos prestaron atención; seguramente iba a comunicar una noticia importante, ya que el convite era un festejo. Don Pantaleón tomó un banquito, lo puso en medio del patio t se subió. Después hizo ejem, ejem, y sacando un papelito leyó el siguiente discurso:
“Señoras, señores, vecinos, niños. ¡Queridos invitados! Los he reunido a comer el asado aquí presente, para festejar una noticia que me llena de orgullo. Mi hijo, mi muchachito, acaba de ser nombrado por la maestra, Doña Virtudes Choique, el mejor alumno. Así es, nada más, ni nada menos…
El hijo del boticario se acercó al padre, y le dio un vaso con vino. Entonces el boticario levantó el vaso, y continuó: Por eso, señoras y señores, los invito a levantar el vaso y a brindar por ese hijo que ha honrado a su padre, a su apellido, y a su país. He dicho”. Contra lo esperado, nadie levantó el vaso. Nadie aplaudió. Nadie dijo ni mu.
Al revés. Padres y madres empezaron a mirarse unos a otros, bastante serios. El primero en protestar fue el papa de Apolinario Sosa: - Yo no brindo nada. Acá el único mejor es mi chico, el Apolinario.
Ahí no más se adelantó colorado de rabia el padre de Juanita Chuspas, para retrucar: ¡Qué están diciendo, pues!acá la única mejorcita de todos es la Juana, mi muchachita.
Pero ya empezaban los gritos de los demás, porque cada cual desmentía al otro diciendo que no, que el mejor alumno era su hijo. Y que se dejaran de andar diciendo mentiras. A punto de que Don Sixto Pillén agarrara de las trenzas a Doña Dominga Llanos, y todo se fuera para el lado del demonio, cuando pudo oírse la voz firme de la maestra Virtudes Choique.
¡Párense… ¡ ¡Cuidado con lo que están por hacer…! ¡Esto es una fiesta_!
La gente bajó las manos y se quedó quieta. Todos miraban fiero a la maestra. Por fin, uno dijo: Maestra: usted ha dicho mentira. Usted ha dicho a todos lo mismo.
Entonces sucedió algo notable. Virtudes Choique empezó a reírse loca de contenta. Por fin, dijo:
Bueno, ya veo que ni acá puedo dejar de enseñar. Escuchen bien, y abran las orejas, pero abran también el corazón. Porque si no entienden, adiós fiesta. Yo seré la primera en marcharme. Todos fueron tomando asiento, entonces la señorita habló así:
Yo no he mentido; he dicho verdad. Verdad que pocos ven, y por eso no creen.
“Cuando digo que Melchor Guare es el mejor no miento. Melchorcito no sabrá las tablas de multiplicar, pero es el mejor arquero de la escuela, cuando jugamos al fútbol…”
“Cuando digo que Juanita Chuspas es la mejor no miento. Porque si bien anda floja en historia, es la más cariñosa de todas…”
“y cuando digo que Apolinario Sosa es mi mejor alumno tampoco miento. Y Dios es testigo que aunque es desprolijo, es el más dispuesto para ayudar en lo que sea…”
“Tampoco miento cuando digo que aquel es el mejor en matemáticas… pero me callo sino es servicial.
“Y aquel otro, es el más prolijo. Pero me callo si le cuesta prestar algún útil a sus campaneros.
“Y aquella otra es peleadora, pero escribe unas poesías preciosas”.
“Y aquel, que es un poco hábil jugando a la pelota, es mi mejor alumno en dibujo”.
“Y aquella es peor alumna en ortografía, ¡pero es la mejor de todos a la hora de trabajo manual!”.
“¿Debo seguir explicando? ¿Acaso no entendieron? Soy la maestra y debo construir el mundo de estos chicos. Pues entonces, ¿Con qué levantaré la patria? ¿Con lo mejor o con lo peor?
Todos habían ido bajando la mirada. Los padres estaban más bien serios. Los hijos sonreían contentos.
Poco a poco cada uno fue buscando a su chico. Y lo miró con ojos nuevos. Porque siempre habían visto principalmente los defectos, y ahora empezaban a sospechar que cada defecto tiene una virtud que le hace contrapeso. Y que es cuestión de subrayar, estimular y premiar lo mejor.
Porque con eso se construye mejor. Cuenta la historia que el boticario rompió el largo silencio. Dijo: ¡A comer…! ¡La carne ya está a punto, y el festejo hay que multiplicarlo por cincuenta y seis…!
Comieron más felices que nunca. Brindaron, jugaron a la tabla, al truco, a la escoba de quince y bailaron hasta las cuatro de la tarde.
Miremos con buenos ojos a los demás, cada quien tiene por ley de Dios algún defecto pero por ello debemos despreciarlo nooooo, todo lo contrario busquemos las buenas acciones de cada quien, todos al fin y al cabo tenemos un lado bueno y uno malo. Destaquemos ese lado bueno y tratando así de minimizar el malo, busquemos en cada ser humano ese lado positivo que tanta falta nos hace, no podemos cambiar el mundo, pero sí podemos sobrellevarlo de una mejor manera; poniendo cada uno de nuestra parte; empezando el día quizá con una sonrisa, con un “buenos días”, o con un abrazo a la persona que nos rodea, es tan simple, vale tanto t cuesta tan poco.
Juntos podemos hacer la diferencia y alegrar el día a una persona, tomemos esta enseñanza porque dentro de cada ser humano hay algo bueno que buscar, no lo dejemos guardado para cuando pensemos sea necesario; si no todo lo contrario, demos lo mejor a cada momento día a día minuto a minuto, no sabemos cuándo será el último.


Conceptos e ideas entorno a la diversidad
Decálogo de la Tolerancia





  • Tolerar es tener disposición para soportar las diferencias y superarlas de una manera racional.
  • Tolerar es comprender, condescender, disculpar a los y las que piensan, sienten y actúan d manera distinta a nosotros.
  • Tolerar es creer en el dialogo y en el atendimiento.
  • Tolerar es respetar los planes de vida de los demás, siempre que no violen el derecho de otras personas.
  • Tolerar es permitir que el o la equivocada rectifique.
  • Tolerar es entender a la otra persona y aceptar de ella lo positivo.
  • Tolerar es fundamentarse en la igualdad y en la justicia.
  • Tolerar es aceptar a los demás y las demás tomando en cuenta sus lenguas, costumbres y maneras de ser.
  • Tolerar es no menospreciar a las y los otros por su condición económica y social.
  • La tolerancia nace del conocimiento, la intolerancia nace de la ignorancia.

ORACION DE LA LOGOTERAPIA
Señor...
Líbrame... en esta tarea de ACOMPAÑAR, de la ceguera espiritual e intelectual, que no me permita ver, lo que trae la persona que llega a mi encuentro.
* Líbrame...de la omnipotencia de pensar que yo le doy la luz, teniendo claro que la luz está en el interior de su ser.
* Líbrame... de transmitir que yo sé y tengo la verdad, cuando la verdad debe ser descubierta por mi compañero de encuentro.
* Líbrame... de decir quién es la persona que llega a mi encuentro... estableciendo yo mismo mis propios juicios de valor, mis propias conclusiones.
* Dame la luz para poder acompañar y orientar el camino por donde él o ella, deben transitar y encontrarse.
* Líbrame Señor de la seducción de sentir que es mi intervención lo que hace que la persona se cure, o sala mejor de como llegó, dado que al yo facilitar los medios y al brindarle la asistencia, es la persona misma quien se sana, quien pone de manifiesto sus propias potencialidades, fortalezas, competencias, destrezas, herramientas personales...
* Oriéntame para que serenamente tome conciencia de que solo soy a un instrumento que facilita el cambio y que pueda ver con claridad los caminos por dónde transitar y de esta manera se manifieste el poder desafiante del espíritu.
* Llévame a recorrer mis propios cielos y mis propios infiernos, en otras palabras, mis propias debilidades y fortalezas, para que ellas no sean un obstáculo de verdadera llegada al otro.
* Dame la luz, el discernimiento, la sabiduría suficiente, para tener claro el momento en que debo retirarme a revisarme a mi mismo/a.
* Oriéntame, líbrame y acompáñame...
Sólo así, podré decir, que mi tarea tiene sentido, propósito y significado, tanto para mi, como para las personas que requieren de mi acompañamiento.

jueves, 11 de febrero de 2010




III. Enfoques educativos para la diversidad, la inclusión y la cohesión social

“Ofrecer una educación de calidad, sin discriminación de ninguna naturaleza, implica transitar hacia un enfoque que considere la diversidad de identidades, necesidades y capacidades de las personas, favoreciendo el pleno acceso, la conclusión de estudios y los logros de aprendizajes de todos, con especial atención a quienes se encuentren en situación o riesgo de exclusión. En función de ello se recomienda:

1. Promover mecanismos de concertación entre diferentes sectores del gobierno y de la sociedad civil para el debate y monitoreo de las políticas educativas y para enfrentar las causas que generan desigualdad dentro y fuera de los sistemas educativos, proporcionando recursos adicionales y diferenciados para que los estudiantes en situación o riesgo de exclusión educativa o social puedan, en igualdad de condiciones, aprovechar las oportunidades educativas.

2. Adoptar medidas educativas para atender la diversidad, tales como: educación intercultural para todos; educación con enfoque de género; diversificación de la oferta educativa; adaptación del currículo; elaboración de textos o imágenes que no contengan estereotipos de ninguna clase; extensión de la jornada escolar; y calendarios escolares flexibles según zonas y necesidades, entre otras.

3. Diseñar acciones específicas para asegurar, a determinados colectivos, el derecho a una educación de calidad en igualdad de condiciones:



Promover una educación intercultural y bilingüe para los pueblos originarios en todos los niveles educativos.
Dar prioridad a la mejora de la calidad de las escuelas unidocentes y multigrado de zonas rurales, vinculándolas al desarrollo local, definiendo estrategias de acompañamiento al trabajo de sus docentes y promoviendo la creación de redes entre escuelas.
Ampliar el acceso y mejorar la calidad de la educación para las personas con necesidades educativas especiales, fortaleciendo los procesos de escuelas inclusivas y transformando progresivamente los centros de educación especial en centros de recursos para la comunidad y el resto del sistema educativo.

4. Proporcionar apoyo interdisciplinario a los docentes para la identificación y atención temprana y oportuna de las dificultades de aprendizaje.

5. Ampliar el acceso de los estudiantes a las tecnologías de información y comunicación con el fin de mejorar los aprendizajes y reducir la brecha digital.

6. Impulsar medidas para lograr un clima escolar favorable que propicie la integración, el respeto mutuo y la solución de conflictos a través del diálogo entre los diferentes actores de la comunidad educativa.”





Para más información:





ProDiversitas



Mayuetica Educativa










jueves, 4 de febrero de 2010

Como Educar para la Diversidad



El principio de atención a la diversidad

El Principio de Atención a la Diversidad se puede definir “como el conjunto de intervenciones educativas, que desde una oferta educativa básicamente común para todos los alumnos, ofrece unas respuestas diferenciadas para cada uno de ellos y ajustadas a sus características individuales”.
Educar en la diversidad no significa que el alumnado tenga que trabajar solo o que el proceso de enseñanza aprendizaje no tenga que estar estructurado o sea poco activo. Entre sus características claves está el desarrollar los contenidos conceptuales procedimentales necesarios para resolver problemas, y la responsabilidad del alumnado en su aprendizaje y motivación.
La educación adaptada a la diversidad pretende proporcionar experiencias de aprendizaje que ayuden a conseguir los fines educativos deseados. Entendiendo por “adaptada” tanto la modificación de los ambientes de aprendizaje para responder de forma efectiva las diferencias del alumnado, como al desarrollo de sus capacidades para que aprenda en esos ambientes.
Responder a la diversidad supone reconocer a modo de principios metodológicos previos estas 11 razones:
1. El aprendizaje es un proceso individual que se produce en interacción con el medio, pero que no está totalmente condicionado por éste.
2. No todo se aprende de la misma manera; los esquemas de condicionamiento incluyen tanto los contenidos conceptuales como los procedimientos, los valores, las actitudes y las normas. La forma y el modo como estos contenidos son aprendidos varían según las características de cada uno de ellos.
3. No todos aprendemos de la misma manera; si las diferencias individuales a la hora de aprender son inherentes a todo ser humano, se impone la atención individualizada para favorecer adecuadamente el proceso de enseñanza aprendizaje; aunque esto haga más compleja y difícil la función pedagógica.
4. Lo que cada individuo puede aprender está influido por su tipo y grado de desarrollo; pues no se puede asociar la edad con unas determinadas características fijas. Según Vygotsky hay que establecer una diferencia entre lo que el alumno sabe y puede aprender, por sí solo (fruto no de su edad, sino de su nivel de desarrollo y de sus conocimientos previos) y lo que puede hacer con la ayuda de otros.
5. Lo que el individuo puede llegar aprender está condicionado por sus conocimientos previos; puesto que estos pueden ser el resultado de experiencias educativas anteriores o, incluso, de aprendizajes espontáneos, y pueden estar más o menos ajustados a las exigencias de las nuevas tareas de aprendizaje y ser más o menos correctos.
6. El aprendizaje debe ser significativo para lo que es necesario: que el material tenga una significatividad lógica, que lo presentado tenga significatividad psicológica y que haya una actitud positiva por parte de los que van a realizar el aprendizaje. Pues no es lo mismo el aprendizaje memorístico que el significativo; ya que el segundo se da cuando se relaciona de manera sustantiva, lo que el alumno sabe y lo que ha de aprender, mientras que si esa relación es arbitraria se trata de aprendizaje memorístico.
7. Para que el individuo realice aprendizajes debe estar motivado; es por esto que se requiere de diseñar actividades especiales, lúdicas o motivadoras para captar el interés del alumnado.
8. Para que se realicen aprendizajes significativos tiene que darse; actividad mental (conflicto cognitivo y modificación de esquemas) y funcionalidad cognitiva. El primer paso para conseguir un aprendizaje significativo consiste en romper el equilibrio inicial de sus esquemas respecto al nuevo contenido de aprendizaje. Después el alumno debe re- equilibrarse modificando adecuadamente sus esquemas o construyendo otros nuevos, gracias a las actividades de aprendizaje y al tipo de ayuda que obtenga para su consecución. La significatividad del aprendizaje está directamente vinculada a su funcionalidad; es decir, que los conocimientos aprendidos puedan ser utilizados cuando las circunstancias de aprendizaje lo requieran y le permitan seguir aprendiendo.
9. El aprendizaje debe promover la autonomía, el aprender a aprender; pues esto equivale a ser capaz de realizar aprendizajes significativos por sí mismo en diferentes situaciones y circunstancias, por esto la misión del educador es facilitar la estrategias cognitivas de exploración y de descubrimiento así como las de planificación y regulación de la propia actividad.
10. En la relación entre iguales se produce aprendizaje, loa alumnos pueden enseñarse entre sí, no solo es verdad sino que esta interacción entre iguales supera, a veces, a la de los propios adultos. Por lo tanto favorecer las relaciones horizontales en la clase es una cuestión clave para el desarrollo.
11. El profesorado tiene una función mediadora en el aprendizaje, ya que es el guía que establece puentes entre los procesos constructivos y el saber colectivo que se refleja en el contenido.